El herpes genital es una enfermedad viral recurrente y crónica, provocada por el virus herpes simple (VHS) tipos 1 y 2.
Primer episodio:
El cuadro se caracteriza por la presencia de ampollitas, que pueden convertirse en pústulas, en un área localizada que luego confluyen, se ulceran y pueden ser profundas y necróticas. El sitio habitual de presentación en el varón, es en el pene; también pueden aparecer en glúteos y recto. Las lesiones se caracterizan por causar dolor local. También pueden causar molestias urinarias, alteraciones sensoriales en regiones del sacro, aparición de ganglios inguinales dolorosos e incluso fiebres y malestar general.
Recurrencia:
La recurrencia de las lesiones genitales es lo que caracteriza a la enfermedad y lo que le convierte en una entidad muy molesta para el paciente, puede manifestarse inmediatamente después del primer episodio o presentarse luego se un año o más.
Suelen ser menos dolorosas y graves que el primer episodio, bien localizadas y de menor duración. Algunos pacientes tienen recurrencia en relación con circunstancias definidas, como fiebre, relaciones sexuales o estrés.
Tratamiento:
Pese a que el tratamiento del primer episodio es importante para aliviar al paciente, el mayor desafío terapéutico en el tratamiento del herpes genital esta dado por mejorar la calidad de vida de los pacientes con herpes genital recurrente. El tratamiento anti viral puede realizarse básicamente de dos formas: tratamiento del episodio y tratamiento supresión.
El tratamiento del herpes genital tiene como objetivo reducir, mejorar o inhibir la sintomatología, pero no existe por el momento, un tratamiento que logre erradicar el virus una vez que el paciente se ha infectado.
Bibliografía:
Gueglio, Guillermo y Pablo E. Martínez. Manual de Urología. 1ª. Ed. Buenos Aires: delhospital ediciones; Journal, 2014.
Dr. Ki Young Kang