El Ductus arterioso persistente (DAP) es una estructura vascular que une la arteria aorta con la arteria pulmonar. Su presencia y necesaria en la vida fetal. Generalmente el DAP se cierra entre las 2 semanas de vida al año de edad.
El DAP ocurre entre 1/2.500 y 1/5.000 recién nacidos (RN) vivos, siendo el 10-12% de la cardiopatías congénitas; su frecuencia es inversamente proporcional al peso y a la edad gestacional.
Más frecuente en el sexo femenino, con una relación de 2:1. Está relacionado con factores genéticos, trisomia 21, rubeola congénita, sindrome de 14q, 4p, Sx de Carpenters, Sx de Holt-Oram, tratamiento con valproato y talidomida.
En los pacientes portadores de DAP pequeños, el incremento del flujo sanguíneo pulmonar es mínimo o imperceptible, por lo tanto, ellos son asintomáticos. El hiperflujo pulmonar crónico induce cambios pulmonares, llevando a la hipertensión pulmonar, por lo cual es necesario realizar el cierre del ductus oportunamente para evitar que el paciente desarrolle una enfermedad grave.
Los síntomas de un recién nacido: taquicardia, empeoramiento del estado respiratorio, apnea, taquipnea, cardiomegalia, soplo sistólico, acidosis metabólica, hepatomegalia, hipotensión diastólica, oliguria, etc. En escolares y adultos: soplo sistólico eyectivo, falta de aire con actividad física leve, infecciones respiratorias recurrentes y desnutrición, taquicardia en reposo.
El diagnostico se realiza a través de los hallazgos clínicos, estudios auxiliares de diagnósticos, ECG, Rx de tórax y ecocardiograma.
El tratamiento en edad neonatal: indometacina, ibuprofeno y por cateterismo cardiaco y quirúrgico. En edad escolares y adultos por cateterismo cardiaco y quirúrgico.
Dr. Junior Greco