Se estima que 1 de cada 160 niños en todo el mundo tiene algún trastorno del espectro autista (TEA). Estos, son trastornos del desarrollo que pueden causar problemas sociales, de comunicación y de conducta.
Hoy te contamos un poco de personas que, a pesar de esta situación, se han convertido en verdaderos ejemplos de vida.
Comenzamos con Albert Einstein, quien no habló hasta que tuvo casi cuatro años y con fluidez, hasta los nueve. Sus padres y maestros pensaron que tenía serios problemas, ya que sufría de constantes problemas de adaptación. Sin embargo, logró convertirse en uno de los más grandes científicos de la historia. Es decir, a pesar de su condición, le debemos la "Teoría de la Relatividad" con la que ganó el Premio Nobel de Física de 1921.
Continuamos con Isaac Newton, él no tenía el mínimo interés de comunicarse con nadie, rara vez tenía visitas, y prefería hacer las cosas solo. Se enfocaba solo en aprender y estudiar, todo lo demás le parecía insignificante y una pérdida de tiempo. No obstante, logró ser un reconocido físico, teólogo, inventor, alquimista y matemático.
Y por último, podemos también hablar de Bill Gates, a pesar de sus habilidades empresariales, mostró una serie de rasgos que muchos podrían interpretar como indicios de autismo. Por ejemplo, tenía movimientos continuos de balanceo cuando se concentraba, hablaba de manera monótona y distante, tendía a evitar el contacto visual y, a veces, no podía controlar su ira al estar enojado. No obstante, mostró excelentes habilidades en informática, marketing y negocios desde una edad realmente temprana, construyó su imperio cuando aún era un niño, y se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo.
A través de estos ejemplos, concluimos que el autismo no impide que las personas vivan una vida completamente normal o que alcancen el éxito, y la cima de sus carreras.