Este año nos preparamos para festejar el año de la visión.
Con nuestra labor solamente no conseguiremos alcanzar las metas que hace años nos propusimos como comunidad: erradicar la ceguera prevenible.
Los Gobiernos deben trazar políticas de salud que lleguen realmente a toda la población, con servicios de calidad, seguros y accesibles.
Los profesionales de la salud ocular debemos prepararnos y actualizarnos constantemente para brindar una atención de alto contenido científico y sobre todo de gran calidad humana. Pero sin dudas la principal tarea la debemos realizar como comunidad, solidaria y corresponsable del bienestar de mi prójimo, de mi familia, y de mi mismo.
Acercar a las personas que están a nuestro cargo y acercarnos nosotros mismos a la consulta oportuna puede significar la diferencia entre una vida plena en contacto con las maravillas del mundo o permanecer en la oscuridad.
El primer control del recién nacido, la evaluación preescolar, los controles de la presión ocular, el examen de retina en los pacientes diabéticos o la corrección de los defectos de refracción como la miopía o la presbicia, son solo algunos ejemplos de lo importante que es cuidar de aquello que nos pone en contacto con el mundo y con nuestros seres queridos.
Dr. Gabriel Ojeda
Oftalmólogo